lunes, 28 de enero de 2013

SEMANA SÉPTIMA. A FORZAR LA MARCHA.

Y digo bien, a forzar un poco la marcha porque las horas que estoy echando encima de la bici me están sabiendo a poco. Seguramente ayude a pensar así el hecho que entre semana, sea por una razón o por otras, me resulta difícil sacar 3 horas libres para hacer una ruta ya "medio seria".  Las causas familiares, razón un tanto "cajón de sastre" (que bien podría ser desastre) son las que hacen que raramente pueda salir más de ese tiempo. Espero que en breve plazo las cosas cambien un poco y sea capaz de dar un saltito de calidad.

Bien, aún con restos de la inestabilidad de la semana pasada, empezó ésta. Vientos moderados en buena parte de la semana, que nos acompañarían hasta el mismo domingo, y ha hecho dificultoso el pedaleo a lo largo de la semana.

El martes, salida matutina como es habitual, y hasta Pizarra, lo que es aún más habitual. 58,20 km en 2 h y 17 minutos. Pulsos ya algo más suaves que la semana pasada (133 ppm), y más adecuados, al menos en teoría, para ésta fase de la preparación.

El jueves, dado que algo de amenaza de lluvia ví nada más salir, dí dos vueltas al circuito de La Fresneda, más un leve añadido en las avenidas de Torre Atalaya para completar al menos 50 km (¡qué menos!). Salieron 51.07 km en 2 horas y 4 minutos. Pulso de 132 ppm, aún más suave que dos días antes.

El sábado tocó ruta con el club. La tuve que recortar algo, por las razones familiares de arriba, con lo que di la vuelta en la Barriada de El Puente, en lugar de llegar a la Venta de Los Conejitos, donde estaba previsto. Por ello, en vez de 90 km me salieron 78 km, en 3 h 2 minutos. El pulso, del estilo a la semana, 136 ppm medias. Con lo que entre los tres días, he superado ligeramente las 7 horas sobre la bici, tal y como se ve abajo.


Confiemos en seguir mejorando. En todos los aspectos. Hasta la próxima semana.