sábado, 11 de junio de 2011

Los carriles-bici de Málaga y tráfico




Hoy toca hablar de carriles-bici. De los "fantásticos" carriles-bici de esta cuidad. Las circunstancias se han precipitado por el accidente de Cris, uno de los compañeros del club, que circulando por uno de ellos, ha sufrido un accidente que le va a tener unas cuantas semanas en el dique seco.

En primer lugar, hay que adivinar cuál es la idea del ayuntamiento con la proliferación de tanto carril bici. ¿Quitar coches de la calzada o callar bocas? Creo que sobre todo, la segunda. Si la intención de nuestros regidores fuese la de eliminar coches, la construcción de las vías ciclistas se hubiese hecho quitando espacio a las calzadas, y no a las aceras.

Así que, llegando a esta simple conclusión, es previsible por dónde van a ir los tiros en las siguientes líneas. Dado que la idea es callar bocas, no podemos esperar ni un diseño que permita la rapidez de los trayectos e
n bici, o lo que es peor, la seguridad de los ciclistas.

Así es. Bajo mi punto de vista, para el uso de bici de carretera, no es adecuado ni seguro circular por los carriles bici. ¿Razones? Varias, destacando:

  • Bordillos elevados que dificultan subirse y bajarse a ellos con ruedas de 23mm de grosor.
  • Piso deslizante y frecuentemente sucio. Factores influyentes de una caída.
  • Cruces peligrosos y frecuentes con el tráfico rodado. No es rápido ir calando y descalando los pedales cada 50m o menos, como ocurre en varios tramos de la red de carriles. Igualmente, la buena cantidad de intersecciones en 90º y sorpresivas para los conductores con las vías de circulación de vehículos a motor es ir comprando boletos para un choque.
  • Curvas ciegas y de 90º, con escaso radio de giro, lo que se pone de manifiesto muchas de las veces que se sortean obstáculos como marquesinas de autobuses.
  • Innumerables peatones en los carriles, como resultado de haberles quitado el espacio en las aceras.
Básicamente, por éstas cinco razones, intento no tocar los carriles bici. Por ellos, ni voy rápido ni seguro circulando. Me encuentro mucho más confortable en mi carril de tráfico rodado, pegado a la derecha lo suficiente para evitar puertas de coches que se abr
an, y facilitando la maniobra en lo posible. Yendo así, los coches suelen ver al ciclista, y señalizando bien los cambios de carril, no se suele sorprender al automovilista con maniobras extr
añas.

Se añade el factor velocidad, en éste caso a favor de mi forma de proceder. En ciudad, la diferencia de velocidades no es tan grande, y la "molestia" (si es que la hay), a los coches es menor. Claro que en caso que los coches y motos vayan a 50km/h. En carretera, sobre todo en tramos de subida, la diferencia de velocidades con los vehículos motorizados si que llega a ser mayor.

Pero claro, hay que esperar a ver hacia dónde evolucionan las ordenanzas locales de tráfico. Si nos atenemos a la reglamentación, cuando existe ésta señal, obliga a la circulación de las bicicletas por esa vía. La multa por incumplimiento tiene pinta de ser 200€.
¿Qué hacemos entonces? ¿Circulamos por ahí? ¿Nos arriesgamos a una caída? Peliagudo veo el tema de seguir por ahí.

Claro que habría que preguntarse si en realidad estamos pedaleando hacia dónde queremos ir. La proliferación de carriles bici está bien, aunque hay que ver si no provoca una especie de aislamiento de los ciclistas del tráfico, "enchiquerando" como a los toros. Para mí es un error. Creo que con tener en vías interurbanas arcenes lo suficientemente amplios, limpios y bien mantenidos, que los conductores se supiesen las normas y respetasen a los demás usuarios de las vías, me conformaba. En ciudad, cambio los arcenes por calles razonablemente libres de baches y alcantarillas trampa. No se si es mucho pedir. Tal vez sí.


miércoles, 8 de junio de 2011

Marcha Cicloturista "Pirineo de la Costa del Sol"

Siempre se dice que los resultados en las marchas se deben en mayor medida a lo que se haga antes de la misma. En éste caso, así ha sido. Traté de ir razonablemente entrenado, bien alimentado, y con el punto de reflexión y de experiencia que me había dado el poco más de 1 año que llevo con la bici en serio.

Entrenado iba, gracias a seguir las directrices del plan de entrenamiento del libro “Planifica tus Pedaladas”, de Chema Arguedas, si bien personalizado am mi disponibilidad de tiempo. Alimentado, desde la noche del miércoles estuve cargando hidratos. Y con la experiencia, tratando de no repetir es estado de excitación que tuve la noche previa a la marcha de El Pavo en diciembre.

Habíamos quedado a las 6:15 en La Tana, según me dijo Triple Plato por teléfono la tarde antes, con lo que el despertador sonó a las 5:25. Había dormido casi de un tirón. ¡Bien! Tenía ya todo listo, sólo hacía falta desayunar, ponerme el culotte, calcetines, chándal, bajar la bici y la bolsa de deporte al coche, y a correr.

En La Tana sólo estábamos Triple Plato y yo. Víctor y su padre habían salido antes, Paco “El Italiano” se quedó dormido y salía más tarde, así como Jesús Cano. Tomamos rumbo a Alfarnate. Llegamos pasadas las 7. Aparcando encontramos a Jesús y enseguida fuimos a por el dorsal. Con el mismo daban una camiseta conmemorativa, una gorra y una botellita de 250 cl de aceite de Alfarnate.

No íbamos a desayunar ninguno de los 3, pero si pasaríamos por el baño, dos veces en mi caso. En ese rato, llegaron Jose María “Farma” y Paco. Aparcamos todos mas o menos juntos y comenzamos el proceso, casi de ritual, de ir preparando todo: bici, ropa, comida, manguitos, pulsómetro, etc. Por supuesto, con el preceptivo estiramiento.

Dan las 8:25, y nos dirigimos al centro del pueblo, en donde se da la salida. Como es habitual, con 15 minutos de retraso. Allí, al conectar el pulsómetro y calar altímetro, me llevé la primera sorpresa. En El Pavo en diciembre, al conectarlo, de la excitación o por la razón que sea, la primera cifra que vi fueron 135 ppm. El sábado fueron 94 ppm. No muchas más de las que veo en una salida habitual. La cosa pintaba bien. Esperamos un ratillo y se sale. Somos 183 ciclistas. Ahí confirmo mis pronósticos en cuanto a pulso. Voy muy cómodo, de charla con los compañeros, e intentando ir juntos lo máximos posible. La ruta parece ser que está prácticamente cortada para nosotros. Llevamos a la Guardia Civil y a la organización, y a los coches con los que nos cruzamos, los hacen parar en la cuneta.

Llaneamos 4 o 5 km, hasta que empezamos a subir el Puerto del Sol por la cara norte, vertiente mucho más corta, pero que viene bien para empezar a calentar en ruta. A continuación empezamos a bajar la vertiente larga del Puerto del Sol, e intento memorizar todo lo que puedo, pues puede ser de gran ayuda luego. Afortunadamente, los del CD Alfarnate (imagino), pintaron en el suelo la distancia a la cima. Así que sucesivamente vamos pasando las señales de 250m, 500m, 1km, 2km, 3km, 4km, 5km, 6km y 7 km. Ideal para regularse luego. Hago la bajada cerca de los compañeros, en el último tercio del paquete de 183 ciclistas. Veo todo el rato a Farma y a Jesús. A la altura del km 7, se cambia de carretera, dirección a Periana y Riogordo. La gente aprovecha para hacer pipí en la cuneta, y lo mismo hago yo. Ligero calentón para volver a pillar, aunque al ser en bajada suave, lo hago enseguida, aprovechando los coches de la organización.

Se transcurre por el sube y baja de la zona, y aprovecho para comer la primera barrita. Sobre todo por si acaso. Seguimos a ritmo suave, y de charla con los compañeros de club. Al paso por Colmenar y Riogordo, bastante gente en la calle nos aplaudía. A la salida del primero, cogemos la carretera por la que habíamos discurrido antes con el coche, y que empieza con unos 500m al 13% según la señal de tráfico. Estamos preparados para ello, aunque el Polar no me marca más del 11%. Continuamos rumbo al avituallamiento, para el que quedan 12 o 14 km. Ahí pierdo un poco de vista a los compañeros, pero se que están cerca. Tampoco quería mirar para atrás mucho rato, ya que no conoces a la mayoría de los ciclistas, y no sabes como se mueven y reaccionan. Mejor mirar para adelante y centrarse en las ruedas, afiladores y posibles extraños que pueden surgir.

Avituallamiento en la Venta de Alfarnate. Allí nos agrupamos los compañeros. Nos dan una lata de Aquarius, un plátano, una barrita y un pastelito. Hay agua y fruta extra para quien la quiera. Más que suficiente. Al rato, retomamos ruta hacia Los Alazores. Era ya la última subida antes de la subida final, con lo que la gente la tomaba con prudencia, y a la vez ganas de que llegase. En ese rato voy con Víctor y su padre Álvaro. Entramos en Granada, cruce de Loja y rumbo a Zafarraya y Ventas. Según se enfila la recta en la que se ve el arco de final del puerto de Zafarraya, se nota una cierta tensión en el ambiente, la gente quería bajar de los primeros, para no perder posiciones ante el tramo libre, si bien luego habría reagrupamiento por ralentización. Descendemos Zafarraya. Me tiro un buen rato por la parte derecha de la calzada, tragándome los parches del asfalto, hasta que me voy a la izquierda. Total, si tenemos la carretera para nosotros, así los evito, aunque con cuidado por algún camión parado en ese carril, convenientemente avisado por todo el mundo.

Cruce hacia Periana y ya se empieza a subir. Poco, pero con algo de tensión. Pasamos bajo el antiguo tren cremallera a Zafarraya y ¡TRAMO LIBRE! Cada uno según sus fuerzas. Ahí se me fueron Víctor y su padre. Les estuve viendo un buen rato. Empecé ligeramente detrás de Farma, al que sobrepasé a mitad de tramo. Jesús vino desde atrás y nos adelantó muy bien. Triple Plato empezó detrás y acabó detrás, con malas sensaciones según él. La travesía de Periana viene bien para recuperar, pues se sube poco. Ese trozo lo hago con otros dos ciclistas. En cuanto se sale del pueblo, veo la señal de 7km, y otra vez a sufrir. Subo a buen ritmo, sin pasarme mucho de pulso (media del tramo 168ppm, que es mi 85%), y relajado de desarrollo (34-24 casi siempre). Voy cogiendo gente, lo cual me anima. En una de las curvas de herradura del puerto miro para atrás y veo la ambulancia que hace de coche escoba como a 3 km por detrás, lo que me anima aún más. Van pasando las señales: 5km, 4, 3, 2, etc. En la de 1 acelero algo más, más que nada porque me esta doliendo ya casi todo. No tanto las piernas, sino el culete y las manos. Llego arriba, oigo como cantan mi dorsal ¡712!. Y paro el crono. Según mi medición 1h 01m 40 seg. Oficialmente 1h 2m 04 seg. La diferencia es porque yo lo puse en marcha al pasar yo por el inicio del tramo, y no la cabeza del grupo. Arriba me encuentro a Victor y a su padre, que han llegado 3 min o 4 antes que yo. Jesús ha entrado poco antes que yo, pues le veía delante en los últimos 500m, pero no está arriba. Una vez reposado un poco, tomamos por nuestra cuenta rumbo al pueblo. Aprovechamos para comentar impresiones. Llegamos a los coches, desmonto la bici y a la ducha, reparadora y que hacía falta.

Justo al terminar, para el pabellón, en donde dentro tenían montado el lugar de comida. Buscamos una mesa para los del club, y hacemos corro. La comida: paella, plato de jamón y queso y postre dulce. Bebidas, cerveza, refrescos y agua. Muy correcta.

Al acabar nos entregan los diplomas con el tiempo realizado y a casa, a reponer fuerzas. Esperando repetir el próximo año y en otras marchas, por supuesto.

El ritmo fue controlado en todo momento, excepto en el tramo libre, y a velocidades muy asequibles para el nivel de nuestro club. Se podría pensar en hacer un desembarco mayor de compañeros el año que viene.

Querría en éste último párrafo felicitar a los miembros del CD Alfarnate, y responsables de la marcha. Estupendamente organizada en todos los aspectos: comida, tráfico, velocidad de la marcha, etc. Así da gusto pasar el día.

Retomamos actividad narrativa

En los próximos días espero extenderme más en cada uno de éstos objetivos ya conseguidos en el año:

1.- Bajar de peso. Ya anticipaba algo en la anterior entrada, aunque la cosa ha seguido bajando. A día de hoy, la báscula marca 74,8 kg cuando digo de subirme a ella.

2.- Mejora en los tiempos en la Fuente de la Reina. Si el año pasado, mi mejor registro en los 15,3 km desde EMASA a la fuente fue de 1h 15 min, este año he bajado de 1h 4 min, estando regularmente entre 1h 4min y 1 h 9 min.

3.- Primera marcha cicloturista completada con éxito. Fue la Marcha "Pirineo de la Costa del Sol", de Alfarnate, el 14 de mayo. 110km, con 2200m de desnivel completados con bastante buenas sensaciones, incluso con excesiva prudencia y guardando energías.

4.- Varias etapas señaladas del club completadas con muy notables prestaciones. En especial, la de la Ermita de las Tres Cruces.

Como ya digo, me extenderé más en las próximas fechas.

No quería acabar el post sin desear una pronta recuperación a dos compañeros del club, Cris y Antonio, lesionado uno en la bici y otro en la moto, y que a día de hoy andan convalecientes. ¡Os esperamos!